Tipos de Clientes que no debemos de querer

El otro día leí un post titulado «Tengo un potencial cliente que se equivoca, y puede pasarte a ti» de Jorge De Andres en el que hablaba sobre los conocimientos de nuestros potenciales clientes acerca de marketing, posicionamiento y redes sociales. Según leía el post me recordaba situaciones que he vivido con algunos clientes y eso me hace escribir sobre algunos de los tipos de clientes que os podéis encontrar y de como poder escapar de ellos.

Siempre aparecerán clientes que no sean beneficiosos para tu empresa. Aunque pueda sonar a broma es totalmente cierto, en algunas ocasiones es preferible perder un cliente o posible cliente que ser una marioneta en su poder. Si dejamos que esto suceda nos convertiremos en sus «empleados», al menos él se lo tomará así y querrá hacer y deshacer nuestro trabajo a su antojo. No podemos dejar que nuestro trabajo sea ninguneado de ninguna forma ya que realmente cuando te han contratado el diseño de página web o el diseño de tienda online es porque o bien no tienen conocimiento sobre ello o bien no tiene tiempo para poder hacerlo.

Cliente rebotado

Otro de los tipos de clientes más comunes que os encontraréis será el cliente rebotado. No quiere esto decir que este enfadado con nosotros ni mucho menos, pero ya viene de una mala esperiencia en el sector tecnológico y lo mira todo con lupa. Tendréis reuniones con ellos, y de primera hora os comentarán que ya tienen esperiencia en estos asuntos y que no quieren que se les tome el pelo ni se les haga perder tiempo. Si sabes como hacer para que estos tipos de clientes queden satisfechos tendrás un cliente para largo tiempo ya que un cliente rebotado es un cliente muy agradecido cuando las cosas son realizas de forma profesional.

No fidelizables

También existen los tipos de clientes que no son fidelizables. Este tipo de cliente es el que siempre llega preguntando primero por el precio y no por la calidad o el servicio que se le ofrece. El cliente solo piensa en el coste de cualquier trabajo que se realice y nunca lo verá como una inversión en su empresa sino como un gasto y por ello una vez tenga su tienda online operativa o su web presencial disponible para ver visualizada no realizará ningún otro tipo de trabajo por mucho que se lo indiques.

Todo entra

Estos tipos de clientes son muy gracioso ya que aún con un presupuesto aceptado te sobrecargarán de trabajo y por supuesto no les podrás aumentar el presupuesto ya pactado porque todo entra y todo vale ya que ellos te lo han dado masticado, nosotros no hacemos nada y por ello pueden hacer cambios sobre lo ya acordado.

Pluf

En algunas ocasiones nos encontraremos con un potencial cliente con el que te reúnes, envías emails, llamadas de teléfono y en definitiva tienes mucha comunicación y todo parece ir por buen camino hasta que algo se trastoca y pum todo se queda en nada. Lo que suele ocurrir es que es un cliente que durante el proceso de comunicación realizar multitud de cambios puesto que no sabe realmente lo que quiere, una vez tiene un presupuesto encima de la mesa quiere realizar más modificaciones puesto que no le cuadra y por último te exige cambiar todas las condiciones ya pactadas con anterioridad por lo que el posible acuerdo se queda en un pluf.

En definitiva…

Con esto no quiero decir que todos los clientes potenciales pertenezcan a estos tipos de clientes pero si que debemos de intentar al menos el distinguirlos para no caer en posibles problemas futuros, cortándolos así de raíz puesto que una vez trabajemos con ellos, ya sean no fidelizables, todo entra o pluf no nos quedará otra que aguantar o bien terminar la relación contractual que tengamos en el momento.

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