Para muchos el comprar online es un quebradero de cabeza sobre todo por la inseguridad que les genera el mostrar sus datos bancarios en la red. Creen que las compras no son seguras y que cualquiera puede acceder a esos datos, realizándoles cargos en las cuentas o movimiento de altas cantidades sin su consentimiento.
Aún hoy día existe mucha desconfianza a la hora de realizar compras online, pero muchas son las alternativas que nos ofrece la propia red para conseguir evitar esa desconfianza en las compras. Una de las alternativas existentes son las tarjetas virtuales, con las que podemos realizar compras sin temor ya que nosotros mismos gestionamos estas tarjetas.
La mayoría de las entidades bancarias ofrecen la creación de tarjetas virtuales a sus clientes, algunos bancos pueden cobrarte por hacerlo y otras no. Es cuestión de investigar un poco y preguntar en tu entidad bancaria si ofrecen este servicio y a que precio.
¿Qué es?
Una tarjeta vitual es lo mismo que una tarjeta física, tiene su número de 16 dígitos, su fecha de caducidad y su código de seguridad, además del titular de la misma. La única diferencia es que no tiene soporte físico y no podremos utilizarla en compras donde a posteriori nos pidan la tarjeta para formalizar la compra.
Funcionamiento
Lo primero es tener activo nuestra cuenta para poder acceder desde internet y crear nuestras tarjetas virtuales. Una vez dentro del panel seleccionamos la opción de crear y tenemos que poner la cantidad que queremos darle de crédito a la tarjeta.
Este crédito es el máximo que dicha tarjeta podrá utilizar, además del crédito tendremos que darle una fecha de caducidad que puede ser de horas, días o meses según nos permita nuestra entidad bancaria.
Una vez tengamos estos datos completos, el sistema nos generará una tarjeta que nos mostrará en pantalla con los 16 dígitos, la fecha de caducidad, el importe y el código de seguridad de 3 dígitos. Estos serán los datos que tendremos que facilitar a la hora de realizar nuestra compra.
Ventajas
- – Solamente se podrá gastar como máximo el importe que le hemos designado a la tarjeta
- – La tarjeta dejará de tener validez si, llegada la fecha de vencimiento, no se ha usado nunca.
- – El saldo se supone ningún cargo como en una tarjeta prepago.
- – Podemos anular la tarjeta en el momento que necesitemos
Estas ventajas dependen de la entidad. Cada una de ellas tiene su forma de trabajar y algunas por ejemplo cobran por cada tarjeta virtual que se genera, otras por dar de alta este servicio y otras simplemente no te cobran nada ni por dar de alta el servicio ni por crear todas las tarjetas que necesites.